Escenario o dinero ¿qué eliges?

Llevo más de una década desarrollando, implementando y comercializando programas de capacitación y desarrollo de personas. He tenido la bendición de formar a decenas de miles en 14 países con empresas como Smart Coach, y hay algo que veo una y otra vez.

Las personas llegan al lugar, mirando lo que ahí pasa, multiplican cantidad de gente por monto individual y murmuran con los otros asistentes cuánto dinero ganamos por lo que estábamos haciendo, algunas veces con un toque de envidia, otras veces con la intención de replicarlo y muy rara vez con valoración positiva.

Varios de mis estudiantes han luego buscado copiar, replicar e incluso tristemente imitar el trabajo que realizamos con el equipo y aún no conozco a alguno de ellos que haya tenido el alcance y la duración a través de los años de lo que hemos hecho.

¿Por qué te cuento esto?

Es para compartirte un aprendizaje que ojalá esos estudiantes hubieran oído porque les habría ahorrado mucho trabajo y frustración.

Si estás en el negocio de la formación, capacitación, coaching, asesoría, consultoría, etc. Tienes que tomar una decisión que es más que estratégica, tiene que ver con mirarte al espejo y ser totalmente honesto contigo.

¿Quieres el escenario o el dinero?

Busco visibilidad y reconocimiento

Esto no tiene nada malo, no es menos valioso ni criticable. Lo importante es que tengas esa conversación interna y sincera para definir qué es lo que realmente necesitas y buscas.

Si tu necesidad, en este momento de la vida, es el reconocimiento y la visibilidad, entonces el foco estará en asegurarte en ser la estrella y estar sobre el escenario.

Haz colaboraciones, asóciate a muchos otros que puedan darte parte de esa visibilidad. Comparte contenido en redes, realiza charlas y comparte tu conocimiento donde quiera que puedas.

Sé flexible, no pongas tu tarifa por delante, sino que tu compromiso por aportar y compartir, eso te ayudará a construir ese espacio, tener feedback y conseguir lo que quieres.

No necesitas hacer de esto una empresa, porque en realidad no lo es. Puedes ser asociado a muchas otras empresas que te lleven a lugares donde te gustaría estar y te hagan sentir como buscas sentirte.

No gastes tiempo ni dinero en armar un negocio con algo que no lo es. Tu tiempo personal no es un negocio, no es sostenible ni escalable, es una transacción que busca un resultado y una satisfacción.

Eso no quiere decir que puedas obtener buenos tratos y vivir bien, solo quiere decir que eres tú y no una empresa.

Busco el dinero

También hay quienes juzgan a los que buscan el dinero. No se trata de eso. El dinero es energía, es un medio, es el combustible que mueve el vehículo, por lo tanto es bienvenida, necesaria y, sin lugar a duda, es mejor tenerlo que no tenerlo.

Si buscas el dinero, entonces olvídate del escenario. Los que más dinero hacen no están haciendo videos en tik tok, están creando sistemas para distribuir de la mejor forma su oferta de valor a empresas.

Es decir, si vas por el dinero, enfócate en el B2B (hablando de consultores, coaches, etc), porque es en las empresas donde podrás obtener el valor del ticket que marcará la diferencia.

Para eso, necesitarás un equipo, una estructura, procesos y sistemas. Es decir, un negocio de verdad. Ya no será solo tu talento y tu tiempo (que también tendrás que invertirlo), sino que será la empresa quien ofrece, atrae, cierre y garantiza que su promesa de valor se cumpla.

Identifica el área o problema que resuelves dentro de las empresas. Define bien si ayudas a un tipo de empresas más a otras y con quien hay que hablar para cerrar una venta, y sal a la calle a hablar con ellos, ahí está el dinero real.

No busques el aplauso, sino al cliente necesario para que el negocio crezca y funcione, genera sistemas, construye un equipo. Las cosas grandes son grandes porque tiene un proceso sistemático que funciona, más allá de personas individuales.

Recuerda que las circunstancias no hacen a las personas, son las personas las que crean las circunstancias. Ve a crear las tuyas.

Un abrazo,

Isaías Sharon

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